viernes, 22 de agosto de 2014

ana libertad, la nieta de licha de la cuadra


Durante la dictadura cívico militar fueron secuestrados-desaparecidos su hijo Roberto José y su hija Elena, quien se hallaba embarazada, su yerno Héctor Baratti y su otro yerno Gustavo Ernesto Fraire, con su nieto que sí recuperó. Luego se enteraría que, el 16 de junio de 1977 nació en cautiverio su nieta, a quien la madre llamó Ana Libertad.
Monseñor Emilio Graselli, secretario privado del Vicario castrense, Mons. Adolfo S. Tortolo, quien poseía un registro de gran cantidad de desaparecidos y sobre todo estaba relacionado con la suerte de los bebés nacidos en cautiverio, le informó que su hijo había muerto y que su hija se encontraba detenida.
Al año siguiente Alicia recibió noticias del nacimiento de su nieta y de las condiciones deplorables en que se encontraban su hija y su yerno:
"Ese día (11 de julio de 1977), llegó a casa un hombre joven, que dijo haber estado en la comisaría Quinta de La Plata, en el mismo cuarto que el marido de Elena. Sobre mi hijo no me habló. Pero me contó que Elena había tenido una nena, que le puso Ana, que pesó 3 kilos 750 gramos, que le fueron tomadas las huellas plantares. Me dijo que Elena compartía su mismo calabozo con otras cinco chicas –en medio de la más absoluta falta de higiene– y que tuvo familia sin atención médica y tirada en el piso, mientras sus compañeras gritaban espantosamente, pidiendo ayuda. Me contó que el marido de Elena, junto con otros 35 hombres, estaba en ese momento, en la celda de al lado, esposado y con los ojos vendados y que lo torturaban periódicamente. Al final, muy dolorido, me confesó que a los cuatro días de nacer, Ana fue separada de su madre y que Héctor había mandado una especie de último mensaje: -Busquen a nuestra hija".
Los jueces se negaron sistemáticamente a impulsar ningún tipo de actividad investigativa. Poco después, gracias a tratativas realizadas por la orden jesuita en Italia, intervino Monseñor Mario Pichi, quien se entrevistó con el coronel Rospide Rospide para pedirle si podía entregar la bebé a su abuela. Este último respondió:
"Lo que me pide usted es imposible, monseñor. La niña –y esto es un hecho irreversible– ya ha sido entregada a una familia demasiado importante".
Ahora, Ana Libertad es la nieta recuperada 115.

No hay comentarios.: