1) Todo indica que el
Frente para la Victoria dejará de ser el paraguas electoral del conjunto del peronismo y sus aliados.
2) Está en camino de construirse como la expresión de
una línea interna, concentrar ahí sus cuadros y rediseñar desde estos tiempos nuevos para el kirchnerismo llamado duro.
3) Otra vertiente son aquellos que acompañaron
al gobierno de Cristina hasta el 10 de diciembre y luego, en distintos tiempos, intereses y circunstancias,
han tomado distancia del FpV. La ruta que parecen tener es
reagruparse en el Partido Justicialista y recuperar, renovada, la simbología electoral de la lista 2.
4) La tercera opción es la de
los peronistas que se han ido a partir del 2013 y de aquellos que siempre resistieron al kirchnerismo y que se agrupan alrededor de
Sergio Massa. No son pocos en el
massismo que están pensando también como posibilidad en participar hoy de la renovación del justicialismo y otros que creen que es tarea a desarrollar a partir del año que viene, luego de las elecciones.
5) El caso
José López pareciera haber operado
como acelerador de decisiones que muchos venían madurando y en esta aceleración de los tiempos que se venían insinuando.
6) Todo conduce a que las decisiones que se están tomando
se definan en las PASO del próximo año 2017.
El voto popular es el gran ordenador. Es único que confirma conducciones o establece un nuevo horizonte directivo.
7) Más allá de la especulación
sobre un probable deterioro de la gestión de Mauricio Macri, serán significativs
las decisiones que tomará Cristina tanto de su posible participación electoral como en el espacio que decide conducir.
8) Desafíos de un peronismo fraccionado para recuperar agenda de los próximos tiempos, mayorías populares y credibilidad.
El voluntarismo es enemigo en política de la voluntad.
9) Para
los kirchneristas que no tienen un origen en el peronismo y para aquellos peronistas que se sientan tentados electoralmente para participar en el espacio PRO, hablaremos en otros post.