miércoles, 21 de junio de 2017

el aviso de despido con un cartelito pegado con cintex

La firma productora de bebidas y alimentos Pepsico cesó las operaciones de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Florida, Vicente Lóez, donde empleaba a 600 personas, y anunció que concentrará su producción en la ciudad de Mar del Plata.
"Pepsico Argentina anuncia hoy que ha tomado la difícil decisión de cesar las operaciones de la planta ubicada en la localidad de Florida, debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos", explicó la empresa a través de un comunicado que la empresa pegó en la puerta de la planta para notificarlos del cese de operaciones. Realizan una vigilia en la puerta de la fábrica para defender los puestos de trabajo.
El aviso está pegado en la puerta con un cintex y les dejaron a los 600 despedidos un 0800 para que llamen
Clima y drama de época. 

1 comentario:

claudia dijo...

En una época que ya considero remota, los trabajadores acudían inmediatamente al abogado laboralista ante un hecho así y, como primera medida, plantaban telegrama dándose por despedidos sin causa, algo básico para iniciar luego camino de acciones legales. Me sorprendió, ya con la primera tanda de cesanteados en enero 2016, que personas con mucha preparación, incluso, no reaccionaran de forma planificada ante esos atropellos y recurrieran a los medios de comunicación en busca de respuesta práctica. Cuando la oleada se volvió masiva, uno o dos meses después, Recalde padre habilitó, en el 3er. piso del Congreso de la Nación, sus oficinas para dar respuesta útil a esta problemática y casi que tuvo que hacer docencia al respecto. Pero hasta él tuvo que recurrir a los medios masivos, para informar de la existencia de tales instancias.
Quienes hoy gobiernan y las empresas cobijadas por éstos, hace mucho que saben de este fenómeno de indefensión cultural, el que no me parece ajeno a los márgenes borrosos de la revolución digital donde, lo interpersonal, también pasó a recuerdo neblinoso. Saludos.