La reelección de
Hugo Moyano como jefe de la
CGT quedó ayer al borde del abismo, tras concretarse un encuentro de rivales y exaliados que acordaron apoyar a su contrincante, el metalúrgico
Antonio Caló, para el congreso de renovación de autoridades de la central obrera, previsto para el 12 de julio. Los dirigentes del sector de los denominados «independientes» participaron en la
Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de una cumbre en la que la mayoría de los asistentes se encolumnó detrás de Caló.
Pero el golpe mayor para el camionero fue la asistencia de laderos suyos como el taxista Omar Viviani, el ferroviario Omar Maturano, el marítimo Omar Suárez y el docente Horacio Ghilini.
Junto a
Caló se sentaron
Viviani, Maturano, Suárez y los «independientes» Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (estatales de UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). De hecho, antes de la reunión
Martínez dijo por primera vez en público que no le parecía
«útil un tercer mandato de Moyano» y que su postulante era
Caló.
Hasta ahora, «Media Cuchara», como se conoce al dirigente, había hecho equilibrio y evitado un pronunciamiento concreto. Incluso había avalado la gestión del camionero.
También estuvieron otros exaliados de Moyano, como Horacio Ghilini (docentes privados, Sadop), Norberto Di Próspero (personal legislativo) y Ricardo Frecia (aeronavegantes).
Además hubo representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y de los sindicatos de la Aduana, municipales bonaerenses, mineros y modelos, entre otros.