martes, 17 de noviembre de 2009

sola y de narváez mantienen silencio cómplice: ¿no había algo entre ellos y macri?



James espíaba a Sergio Burstein que no lo quería a Fino Palacios, que era un gran policia.
El fiscal Alberto Nisman solicitó la detención del ex Comisario colaborador de Macri, Fino Palacios.
James lo espíaba al ex dueño de Torneos y Competencias Carlos Ávila por cuestión de nogocios, dos gerentes de la cadena de supermercados Coto, el perito forense Mariano Castex, la cuñada del empresario Juan Navarro y la esposa del anticuario Hugo Breitman.
Chamorro espíaba a Rodriguez Larreta y los legisladores porteños Diana Maffía (Coalición Cívica), Silvia La Ruffa (Identidad Porteña), Gonzalo Ruanova (Espacio Plural) y del dirigente del sindicato de los empleados municipales Patricio Datarmini.
Chamorro espiaba al matrimonio K porque Macri quería.
James espiaba al cuñado Lombardo porque papá Macri no lo quería.
El ministro de Educación, Mariano Narodowski, reconocía que James estaba en su plantel de empleados pero no conocía sus funciones.
Fino había renunciado porque sí.
Oyarbide lo pone preso a James por espionaje.
Macri lo hecha a Chamorro por cuestión de ética.

Esto es PRO.

Mientras tanto, Felipe y el Colorado, no eran parte de este espacio moderno, dinámico y que da respuestas a lo que la gente quiere?.
¿No tendrían que ser un poco solidarios con Mauricio que no la está pasando bien?.

Vamos muchachos.
En las malas se ven los amigos.

montenegro no ve nada



Guillermo Montenegro hace unos días decía que el tema del espía James lo había plantado el gobierno nacional.
Hoy Montenegro aseguró que no ve “ninguna vinculación” entre el espionaje de Ciro James y el de Chamorro, aunque la pc de éste reviente de información.
Hoy Guillermo Montenegro, el ministro de Seguridad porteño, se entrevistó con el juez federal Norberto Oyarbide, y le dijo eso, que el no ve nada.

Pero escuchar, escucha.

el día de la v peronista



La distancia y el tiempo modifican la foto.
Y los recuerdos.
Cambian las sensaciones y los contenidos.
Lo que aquello fue, ese 17 de noviembre, no es lo que cuentan.
Ni lo que cuento yo.
Fue una gesta irrepetible de 18 años crispados por 18 años de proscripción.
Los únicos privilegiados que se habían quedado sin padre y sin esperanzas.
Y la hicieron todas.
El "no me olvides", el caño, la cinta con el mensaje, el acto relápago, la molotov, la resistencia, el voto en blanco o el que fuera necesario, las formaciones espaciales, el stencil, la pintada, la huelga, el sindicato.

Y por ahí el dictador Lanusse dijo que no le daba el cuero.
Que si no vuelve es porque no quiere.

Pero la distancia y el tiempo modifica realidades.
No todo era uniforme.
Estaban los unos y los otros.
Como ahora. Al lado del jefe y en contra. Los mezquinos, los calculadores y los que se entregan por amor al pueblo y a la patria.

Y le dió el cuero cuando se le cantó las pelotas. Cuando pudimos.

Y ese 17 llovia. No había transporte y caminamos. Las gotas de la lluvia parecían a los compañeros que se juntaban en cada esquina formando un charco mayor.
Nosotros desde Avellaneda hasta Puente 12.
Ese día no lo vimos, no nos dejaron.
Lo vimos el 18 en Gaspar Campos.

Yo si vi por primera vez ese día la v de la victoria que se hizo peronista.
Pero fue el 18 cuando rompimos el cerco.
Antes la habían usado los gorilas en el 45 con Braden y en la marcha por la Libertad y la Constitución cuando cantaron la Marsellesa.

Yo la ví ese día que venía a recibir a su jefe histórico.

Ese día la vi.