sábado, 9 de enero de 2010

qué casualidad, ¿no?


La Iglesia Católica de Brasil y el sector ruralista, incluido el ministro de Agricultura, Reinhold Stephanes, rechazaron varios puntos del Programa Nacional de Derechos Humanos decretado por el presidente Luiz Lula da Silva, que ya había sido objetado por los mandos militares que se oponen a que se investiguen los crímenes cometidos por la dictadura entre 1964 y 1985.

El plan de Derechos Humanos instrumentado por el ministro del área, Paulo Vanucchi, en diciembre, incluye, además de la creación de la Comisión Nacional de la Verdad sobre los crímenes de la dictadura, aspectos referentes a la disputa de tierras y la despenalización del aborto y la unión civil entre homosexuales.

Son 27 proyectos de ley a ser tratados en los próximos 11 meses.

"Vemos estas iniciativas como una actitud arbitraria y antidemocrática del gobierno de Lula. La Iglesia es contraria. Todos los obispos están en contra", dijo el obispo de Assis, estado de San Pablo, José Simao, titular del Comité de Defensa de la Vida de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB
).

los cínicos





Para mí De Narváez es un cínico.
Para mí Cobos es un cínico.
Para mi Ricardo El Hijo es un cínico.
Para mí Carrió es una cínica.
Para mí Redrado es un cínico.

El Estado no tenía reservas.
El país no tenía horizonte.
El Pueblo no tenía esperanzas.

Y llegaron los que llegaron y el Estado recuperó reservas hasta la fortaleza.
Y el país recuperó horizontes y producción.
Y el Pueblo recuperó esperanzas y justicia.

Y ellos, los cínicos, los que nos dejaron sin reservas, estaban enfrente.

Para ellos la lealtad, la pertenencia a un proyecto de conjunto y la solidaridad es literatura.
Lo que sirve es la vanidad personal. El logro individual. El proyecto propio.

Para mí son unos cínicos.