lunes, 26 de junio de 2017

desde afuera también observan la centralidad de cfk

Leemos en El País de España:
Muchos pensaron que Cristina Fernández de Kirchner estaba acabada con la derrota electoral de 2015, cuando Mauricio Macri se hizo con el poder contra todo pronóstico en el país del peronismo. Pero la expresidenta vuelve por sus fueros. A última hora del sábado, manteniendo el suspense hasta el final, como siempre, decidió que será candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires en octubre, según confirmaron a EL PAÍS fuentes del kirchnerismo. Si logra un buen resultado, será la jefa indiscutible de la oposición y desde el Senado amenazará con volver al poder en 2019 y descabalgar a Macri.
Hace un año y medio, la derrota del kirchnerismo a manos de Macri marcó un hito en América Latina. Era el principio del fin de la década dorada de la izquierda latinoamericana. El chavismo perdió las elecciones legislativas en Venezuela poco después, y Evo Morales el referéndum para poder ser reelegido en Bolivia. El giro parecía definitivo con la victoria de Pedro Pablo Kuczynski en Perú. Meses más tarde cayó Dilma Rousseff en Brasil con un impeachment. El regreso de Sebastián Piñera en Chile es más que probable.
Pero las cosas, desde hace unos meses, no parecen tan claras como antes. En Ecuador ganó el candidato de Rafael Correa, Lenín Moreno. En Brasil Michel Temer está cada vez más debilitado y muchas encuestas apuntan que Lula podría volver al poder, si los jueces no lo impiden antes. En Bolivia Morales sigue sin rivales claros con una altísima valoración. ¿Y en Argentina? Como siempre, nada es lo que parece en el país austral.
Macri vive de expectativas. Un porcentaje importante de argentinos dice en las encuestas que está peor que antes, pero confía en que estará mejor dentro de un año. Pero la paciencia se va a agotando con la persistencia de la crisis y ese porcentaje baja lentamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este gobierno es un fin en si mismo. Nada, ni lberal, ni estatista ni nada. Solo trata de ser. Lo grave es que no sabe que tiene que ser.