-La estructura de ingresos de las personas marca que el 50% de la gente con ingresos más bajos recibió el 21,7% de la “torta” y la otra mitad se quedó con el 78,3%.
-El 30% más “rico” absorbió el 57,5%, mientras el 30% más pobre, el 9,4%. Y el 10% de mayores ingresos se quedó con el 30,5% y el más bajo, con el 1,4%.
-Si se desciende algunos escalones, el 30% de la población con ingresos —suman 7,2 millones de personas— cobró menos de $6.200 mensuales, mientras que el 10% percibió apenas menos de $3.000.
-Por su parte, la distribución del ingreso marca que del ingreso total de los hogares, el 30% más rico se queda con el 57,5% del total y el 30% más pobre, con el 10,4%. En tanto, el 10% más rico recibe el 28,4% del total, y el 10% más pobre, apenas el 2%. A su vez, el 10% de los hogares más ricos recibe lo mismo que el 55% de los hogares menos favorecidos.
-En tanto, de los que están ocupados en una actividad laboral formal o informal, asalariada o no (que se calcula en unos 16 millones de personas) la mitad cobró menos de $10.000 mensuales y participó con el 23,1% del total de los ingresos. La otra mitad se quedó con el 76,9%.
-Los ocupados incluyen a los obreros y empleados en relación de dependencia, los por cuenta propia (monotributistas y autónomos), profesionales, estén o no registrados en la Seguridad Social. El ingreso promedio fue de $12.883. Además, hay 1,5 millones de desocupados.
-La pirámide de ingresos se torna más reducida y desigual a medida que se desciende algunos escalones. Así el 30% de los ocupados —5 millones de personas— cobra menos de $7.000.
-Un escalón más abajo, el 20% o 3 millones de ocupados, percibe menos de $5.000. Y hay una franja del 10% que cobra menos de $3.000 por mes.
-Si se considera solo a la población asalariada,
los que están registrados tuvieron un ingreso promedio de $16.628 y los que se desempeñan
en negro, apenas $7.548. Los asalariados informales representan
el 33,8% del total (más de 4 millones de personas) pero casi la mitad cobra menos de $6.000.