En un principio, la opinión pública pensó que el desplazamiento de Pablo De la Torre se debía únicamente a la polémica alrededor de la falta de entrega de alimentos. Pero con el correr de las horas trascendió el verdadero motivo. Según pudo saber
elDiarioAR, De la Torre fue el responsable de refrendar un convenio entre la cartera que conduce Pettovello y la Organización de Estados Iberoamericana (OEI) para, a través de esa institución y no del Estado, contratar a funcionarios de manera temporal. La revalidación de ese mecanismo estuvo a cargo del ahora exsecretario, quien a fines de abril selló con la OEI un desembolso de $645 millones, que se sumaron a los $395 millones que ya habían sido girados en enero, según la
información publicada por Federico González del Solar en el diario La Nación.
La cantidad de puestos que son ocupados en Capital Humano por funcionarios que carecen de una designación formal en el Boletín Oficial es otro de los problemas que, desde el minuto cero, complica el día a día de Pettovello. Según argumenta el Gobierno, algunos de
los nombres de “caídos” que trascendieron a la prensa en los últimos meses en realidad nunca habían sido confirmados en sus cargos. De hecho, a eso se aferran en el entorno de De la Torre para contrarrestar las acusaciones sobre supuesto desmanejo de contratos y sobresueldos: reconocen que recurrían a la OEI, en una maniobra válida y legal, debido a la falta de celeridad para normalizar la situación laboral de varios de los integrantes de los equipos de trabajo.
Es que, más allá de que el Estado no incurra en un delito al contratar a un tercero a través de un “convenio marco de colaboración”, como es el caso del firmado con la OEI, la sospecha que recae sobre De la Torre es otra: que a través de esa herramienta haya beneficiado con contratos a personas que incluso no forman parte del Ministerio de Capital Humano y que se desempeñarían, por ejemplo, como asesores de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados. Un espíritu muy alejado del original, que planteaba emplear a profesionales externos para proyectos puntuales en áreas como trabajo, educación o cultura.
Fueron esas dudas acerca de la existencia de “ñoquis” amparados bajo la estructura de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, las que se sumaron a la inoperancia de De la Torre a la hora de notificar las fechas de vencimiento de los productos almacenados, muchos próximos a la fecha límite. Un complejo combo que motivó a Pettovello a presentarse ante la OA para solicitar que se investigue el accionar del que, hasta esta semana, fuera uno de los principales funcionarios de su cartera. Nada le garantiza, sin embargo, un porvenir tranquilo: la firma de la ministra favorita de Milei aparece estampada en cada uno de los convenios realizados con la OEI. Esta historia recién comienza.