La ilusión de Javier Milei por alcanzar un buen resultado en las urnas a partir del éxito en la batalla contra la inflación empieza a encontrar un límite, en la medida en que el calendario acerca el desafío electoral y el crecimiento de las tensiones con los gobernadores se refleja en el Congreso.
Y es que en este escenario, las expectativas respecto de la evolución de la economía comienzan a ofrecer señales de desgaste, incluso dentro del electorado oficialista, que alcanzan también a la imagen de la gestión de Gobierno.
Así lo revela el resultado del último
Monitor del Humor Social y Político que D'Alessio IROL/Berensztein elabora de manera exclusiva para El Cronista. El estudio, que abarcó a 1000 adultos de todo el país entrevistados de manera online entre el 28 y 30 de junio pasado, exhibió un dato inquietante para la Casa Rosada: por primera vez en el año, la evaluación del presente, así como la del futuro económico muestran más respuestas negativas que positivas.
El relevamiento evidenció que un 53% de los encuestados ve con pesimismo la actual situación económica respecto de la vivida hace un año, en particular quienes no votaron por el presidente Javier Milei en el ballotage 2023 (87% respondió así),
pero también uno de cada cuatro electores del libertario.
Algo similar ocurre con la perspectiva sobre lo que ocurrirá dentro de un año, ya que alcanzó un mayoritario 48% de proyecciones negativas, el peor registro desde abril de 2024, aunque solo 19% entre los oficialistas y 84% entre opositores.