tuve un sueño tremendo

Tremendo y generoso, gracioso y cruel.

Soñé que en la cancha de Boca ayer en la tribuna coreaban el nombre de Lilita.
Que a Felipe Sola lo homenajeaban con una calle de La Plata con su nombre.
Que a Aguad le dedicaban en Córdoba su apellido a una escuela.
Que ponían el nombre de De Narváez a una salita de primeros auxilios en La Caba.
Que miles de jóvenes coreaban el nombre de Macri con fervor y llanto.
Que a Cobos le hacían una honrosa despedida en el senado.
Que a la estación de trenes de Avellaneda le ponían el nombre de Duhalde.

Fue un sueño tremendo, generoso, cruel, gracioso.
Imposible.