“Ya no lloro, tengo mi corazón y el alma rotos. Una de las chicas que rescatamos me dijo que no llore ante las cámaras porque ellos quieren verme débil, quieren que me tire en la cama a llorar, que me trastorne y cese mi búsqueda”.
“Yo no me voy a quedar en casa llorando porque no la tengo a Marita, yo la voy a seguir buscando sino ¿quién lo va hacer? ¿La policía? ¿La Justicia? Digame señor juez: ¿ustedes la están buscando”, interpeló la mujer en el juicio.
Cuando el valor de esa la lucha supera esos dolores del alma.
DESEO CON TODAS MIS FUERZAS QUE SUSANA PUEDA MUY PRONTO VOLVER A ABRAZAR A MARITA , QUE SE MANTENGA FUERTE!!!
ResponderBorrarUN ABRAZO DE MADRE A MADRE FUERZA SUSANA!!!!
Mujer admirable. El llanto fácil pasa rápido: la férrea decisión de cumplir con su deber de madre seca sus ojos que necesitan mirar de frente y sin debilidad a los verdugos de su hija.
ResponderBorrar¡Valiente mujer!.-
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