No hacía falta porque Boca lo tenía y lo tiene ahí.
Cuando transcurrían 32' PT, el defensor tocó con la mano la pelota en un ataque de Racing, el árbitro cobró penal y le mostró la tarjeta roja. Cuando se iba para los camarines, el jugador xeneize no tuvo mejor idea que imitar el gesto agresivo de Jorge Lanata.
La grieta del mal gusto que amargó también a Mauricio Macri que necesitaba festejar este domingo. Ahora tiene que jugar la definición con el Tigre de Sergio Massa y después del 25.
La ironía del fútbol.
La ironía del fútbol.
Medio como que nada que ver con el post, pero esa luz verde que se ve sobre el cuello de la camiseta del Cata, es una vergüenza que tendríamos que dejar en el olvido. Así como suspenden el partido por cualquier canto pelotudo y "discriminatorio", habría que castigar la avivada de usar láseres contra los jugadores visitantes.
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