Elisa Carrió está jugando su juego conocido. Romper lo que ayuda a construir. Pero lo interesante es ver el comportamiento de medios hegemónicos y dirigencia de Cambiemos de soportar esta amenaza de interrumpir el mandato presidencial a un Mauricio Macri sin que la acusen de golpista o destituyente.
Por su parte hoy La Nación suma otra declaración fuerte de la diputada:: "Perdí la confianza en el Presidente".
El desplazamiento de funcionarios de la AFIP cercanos a su espacio político, que investigaban a Angelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri, es el nuevo foco de tensión entre Carrió y el Gobierno, sumado al pedido de juicio político al ministro de Justicia, Germán Garavano.
Otra interpretación posible a semejante reacción de Carrió, es que está consciente que el modelo económico que ella ayudó a promover se hunde y nos está llevando a la catástrofe social, y está buscando una excusa para saltar del barco.
Un poco de todo.
Un poco de todo.
Y el troll center no es solo Marcos Peña. Esta semana nos enteramos también que entre los que dirigen esa cloaca hay tres personajes que responden directamente a Carrió: Luciano Bugallo, Carlos Correa Arias y Nazareno Etchepare. Miralos bien: cuestan $205 millones por año y los pagás vos.
ResponderBorrarCarrió pensaba que dominaba a Macri y no entendió que Macri la usaba para quedarse con el control del Consejo de la Magistratura y de la Corte Suprema de Justicia para de esa manera, asegurar impunidad y perseguir opositores.
ResponderBorrarCronológico: El lunes Carrió pidió en AFIP: “Castagnola, Mecikovsky y Bo son hombres de mi confianza, cuídenlos”. El viernes: el titular de AFIP almorzó con Macri y desplazó a los tres. Castagnola tenía a su cargo al equipo que investiga al primo del Presidente por coimas de los cuadernos Gloria. Esto no queda así.
ResponderBorrarEs todo raro. Carrio piensa q maneja algo pero en realidad la manejan a ella. Su edecana Zuvic debe ser la que le regula las pastillas. Esta a toda hora con Carrio. Y la dupla Zuvic/Costa son del Pro.
ResponderBorrarEstá desquiciada. Pero hay algo más. No sé si le paga la Embajada o la banca, como muchos creen. Pero hay algo más, de eso estoy segura: toda su trayectoria de armar para destruir, durante una década fue, pasito a pasito, conduciendo a Cambiemos en el gobierno.
ResponderBorrarMe parece que se viene el recambio. Sigámosla: en sus dichos y actos delirantes puede haber información útil acerca de qué se está cocinando.
Abrazo,
Esther
Bueno, pero este show no tiene por qué sorprendernos, desde siempre se sabía de la impostura moral de doña republiquita y la corrupta ineptitud del virrey y su mejor equipo de malandras, como la cosa se pone espesa y el futuro se les oscurece, es lógico que cada uno a su modo trate de salvarse y, obvio, conservar los sponsors.... la rata gorda quiere rajar del barco que se hunde y el "capitán" empieza a darse cuenta que tanto, ya no la necesita.... va a estar lindo el puterío que se viene.
ResponderBorrarLo vengo sosteniendo desde hace un tiempo....Carrio es nuestro Bolsonaro
ResponderBorrartodo muy interesate, pero este desquicio lo paga el pueblo argentino, la patria.
ResponderBorrarcomo en 2001 y hasta ahora ni camilion ni menem ni cavallobe los '90, nadie pagó nada, solo ha pagado el pueblo con sufrimiento de varios niveles y dimensiones y con los actuales presos políticos, donde algunxs o todxs, reclamarán y deberemos pagarles sus meses, años de encierro y cuando no, pagaremos el hecho de haber perdido nuevamente valiosos profesionales populares, tal como sucedió con Ramón Carrillo y con Pistarini, arrasados por los recalcitrantes gorilas ya entonces mas q canallas y mentirosos