Para comprender la magnitud del daño económico causado por la pandemia basta con un dato: según la Organización Internacional del Trabajo, en el mundo se perdieron 225 millones de puestos de trabajo, la caída de empleo más severa desde la segunda guerra mundial.
La recuperación es lenta porque cerraron cientos de miles de empresas y porque muchos aún temen volver a viajar, asistir a espectáculos multitudinarios o incluso salir a comer.
La economía de Francia cayó un 8,3% en 2020 y este año apenas recuperará un 5,5%. Inglaterra cayó un 9,75% y este año crece al 7,25%. Italia cayó un 8,8% y este año recuperará un 5,1%. España cayó un 10,85% y apenas crece al 5,9%. México cayó un 8,95% y se recupera al 5,9%. La mayoría necesitará al menos dos años para volver a como estaban antes de la pandemia.
Argentina, en cambio, este año recuperará prácticamente todo lo perdido. Cayó un 9,9 % en 2020 y se espera crezca este año un 9,1%. De hecho en agosto creció un 12,8% respecto a agosto de 2020 y quedó un 0,3% arriba de febrero de 2020, el mes anterior a la pandemia.
Incluso el país podía haber caído menos en 2020 si no hubiera comenzado el año con un derrape del 5,4% en el primer trimestre, fruto de la maxi devaluación que generó el ex presidente Mauricio Macri en agosto de 2019 tras su enojo por la derrota en las Paso.
Por otro lado, Argentina no tuvo la posibilidad de endeudarse para financiar los gastos de pandemia, porque encontró el país en default. Ni siquiera pudo utilizar los fondos que entregó el FMI para gasto social covid, porque debió usarlos para pagarle al mismo fondo parte de la deuda tomada en 2018. Los países de la Unión Europea llegaron a gastar montos que representan el 40% de su PBI para apoyar a sus empresas y ciudadanos. Montos impensados para la débil economía heredada por Alberto.
Hubo un país en la región que tuvo un saldo positivo en los últimos dos años. Brasil solo cayó un 4,1% en 2020 y se recupera a un ritmo del 4,9% este año. Pero tuvo más de 600 mil muertos por no cuidar a su población.
Lo más llamativo del repunte argentino es que muchos sectores ya crecen por arriba del 2019, cuando no había pandemia. Incluso del 2018.
Según el Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, en septiembre hubo un crecimiento de la inversión del 20,4% anual. Se estima que la inversión es de US$ 6.913 millones y representa el 21,9% del PBI. De esa forma, acumula en los nueve meses transcurridos un crecimiento de 26,2% respecto a 2020.
Si yo fuera presi todavía, Argentina habría crecido el 15.000% durante 2020, y 500.000% en el 2021.
ResponderBorrarTotal, los que me votan se creen cualquier cosa, já já já.