Leemos:
-Estupor y sorpresa. Esas palabras pueden calificar la reacción de los asistentes a la conferencia que dio el presidente Javier Milei en el Foro Económico de Davos esta tarde, sobre todo cuando listó lo que, a su juicio, son los enemigos de la libertad.
-“Todos. No hay diferencias sustantivas. Socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, social-demócratas, centristas. Son todos iguales. Los enemigos son todos aquellos donde el Estado se adueña de los medios de producción”, dijo, dejando con la boca abierta a la audiencia. Una audiencia que, contrariamente a lo esperado, no llenó el gran auditorio del Foro, donde la mitad de las banquetas quedaron vacías.
-“¡Bizarro. Con él no se salva nadie!”, le dijo a La Nación con flema inglesa un empresario británico antes de eclipsarse. “Es un delirio absoluto”, acotó su vecino de fila, un periodista alemán que no conseguía creer lo que acaba de escuchar.
Otros dos puntos causaron asombro: la afirmación de que el sojuzgamiento de la mujer es un invento de los enemigos de la libertad, así como el peligro que representa la defensa del medioambiente.
-Milei se veía nervioso. No parecía cómodo ante esa audiencia tan diferente al público que lo sigue. Es verdad, si bien no en la cantidad esperada, africanos, europeos, asiáticos… el mundo presente en el reducido perímetro de Davos se había dado cita para conocer su concepto de “libertad” y “de desregulación a ultranza”.
-Mientras el Presidente se dedicaba a ese ejercicio, a medida que desarrollaba sus conceptos más radicales, se oían algunas risas. ¿De sorpresa, de incredulidad, de fascinación? Imposible decir. Lo seguro es que parte de su discurso, sobre todo el que dedicó a trazar la historia de la economía mundial y los éxitos incomparables del capitalismo empresario, no consiguieron transmitir el encanto de esa fabulosa capacidad de comunicador que tiene el nuevo presidente.
-Justamente, a escasas puertas de distancia, en el mismo momento, se encontraba el presidente francés, Emmanuel Macron, que ni siquiera parece haberse dejado tentar por lo que el Europa se llama una “photo op” (photo opportunity): una foto protocolar, una palmada en el hombro y un apretón de manos, donde ambos dirigentes sonríen sin decirse nada después.
-Todo el mundo había especulado con esa posibilidad, aunque el Palacio del Elíseo nunca lo había confirmado. Tampoco se acercó otro europeo, el primer ministro español Pedro Sánchez. Aunque en este caso es más compresible: el jefe del gobierno español pertenece a las aborrecidas filas del socialismo de Milei.
-“Ahora estoy empezando a comprender”, reflexionó un diplomático holandés con circunspección. “El enemigo del presidente Milei no es el comunismo, que tal vez sería perfectamente comprensible. Somos todos aquellos que defendemos algún modo de regulación de las brutalidades del mercado. Todos, moderados o no, deberíamos ir al infierno con los ‘nazis, los fascistas y la extrema izquierda’… ¡Nunca escuché nada igual!.
-El final de la intervención de Milei, dedicado especialmente a ellos, sí tuvo el efecto de un electroshock: “Empresarios no se dejen amedrentar por la casta política. Son ustedes los héroes. Que nadie les diga que su misión es inmoral. No cedan al avance del Estado. No es la solución. El Estado es la causa. ¡Y viva la libertad, carajo!”.
-“Too much. Too much for me” (”Demasiado. Demasiado para mí”), dijo a La Nación otro de los asistentes, menando la cabeza de un lado para el otro.
4 comentarios:
Pero dijo algo que es verdad: "occidente está en peligro..."
Por un tema de salud nunca escucho a Lanata, peeero, en otros programas suelen replicar los disparates, exabruptos, insultos, mentiras, etc., etc., que eructa y vomita. Vamos a ver si ahora dirá “…afuera se nos cagan de risa…” con respecto al “discurso” de nuestro señor presidente.
Dicho sea de paso, recitó las mismas pelotudeces y pavadas que viene repitiendo desde hace varios años. Además, no se dio cuenta que no era una “disertación con un toque de sermón como es su costumbre” de campaña, o la cháchara que vocifera ante sus admiradores, en reportajes que le hacen los medios o cuando hace de panelista. Los oyentes esperaban escuchar a un jefe de estado y se les apareció un “charlatán” como decía Fidel Pintos, ja, ja, ja…
La verdad, hablar de "estupor", "sorpresa" ante el show "mundial" del chiflado de cabecera de este país, es una caradurez, una tomadura de pelo, una imbecilidad supina. No jodan, votaron a un panelista de la tele basura, bruto, grosero, ignorante y todo el rosario de virtudes que no hay tiempo de enumerar.
Votaste una porquería, bueno, ahí lo tenés, dando vergüenza en davos y reventándote el bolsillo cada minuto, cada hora, todos los días, TODOS. ¿De qué carajo se pueden "sorprender"?, acaso no los representa?, acaso las Malvinas son argentinas?. El tipo los insultó, puteó en technicolor, les prometió el actual desastre. y?, fueron y lo votaron.... "estupor"?, ahora le cambiaron el nombre a la estupidez, no?.
ayer el caradura rulo ebolución, ahora rulo teñido, quejándose del tipo como si ellos no lo hubieran llevado en andas en la 2a. vuelta
mamadera!!!
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