lunes, 13 de abril de 2009

cómo me gustaría que grassi y otros sacerdotes dijeran lo que dijo lugo: "asumo todas las responsabilidades"




Leemos hoy de Lugo, presidente y sacerdote:

SI, ES CIERTO. Con esas palabras admitió la existencia de Guillermo, su hijo.

El ex obispo y ahora presidente paraguayo, Fernando Lugo, admitió hoy ser el papá de Guillermo Armindo, el niño nacido hace dos años en momentos en que el ahora mandatario era obispo emérito de la diócesis de San Pedro.

"Aquí y ahora, ante mi pueblo y mi conciencia, manifiesto con la más absoluta honestidad, transparencia, con relación a la polémica suscitada, que hubo una relación con Viviana Carrillo'', dijo sorpresivamente el mandatario ante los periodistas en el palacio de Gobierno.

"Asumo todas las responsabilidades derivadas del hecho, reconozco la paternidad del niño. A partir de este momento, defendiendo el interés superior, en este caso la privacidad del niño y por las altas responsabilidades que me impone la presidencia
de la república, no formularé más declaraciones'', agregó.


Leemos de Grassi, sacerdote y presidente Fundación Felices los Niños:

Al concluir la audiencia de ayer, Grassi dijo a la prensa que, si la fiscalía hubiese pedido "un año en vez de 30, hubiera sido igual de doloroso" para él. Y reiteró que confía en ser absuelto porque es "inocente". "Yo no veo otra cosa que la absolución -dijo-. Confío plenamente en que mi defensa va a demoler los dichos del fiscal técnicamente."

El abogado Daniel Cavo, que encabeza la defensa de Grassi, aún debe concretar su alegato final. En él intentará desacreditar la acusación de la fiscalía. La imputación "se basó en una valoración probatoria parcial, muchas veces modificada de la realidad y seguramente incompleta",


Se que es díficil. Pero sería bueno que algunos obispos nos den una mano para blanquear algunas historias reales de sacerdotes pederastas y otras pestes. Especialmente aquellos que en estos días se sumaron a la campaña de desprestigio del presidente Lugo.
Y lo que Lugo reconoció es una vida.
Lo de Grassi parece más cercano a la muerte.