jueves, 18 de junio de 2009

cuando los diarios reemplazaron a la estructura de los partidos de la oposición



Coincidíamos ayer con nuestros amigos de DsD.

Ya lo decía Perón: "El espacio que uno deja en política lo ocupa otro".

A 11 días de las elecciones legislativas, los lectores de diarios que aspiren a tener una cobertura electoral imparcial sobre las diversas candidaturas se encuentran en problemas.
Quien pretenda un diario que le brinde información sobre las fortalezas y las debilidades de las diversas fórmulas; que opine con datos ciertos y los confronte con la realidad cotidiana. Quien busque una opinión valiente y comprometida pero cuyo periodista no apueste en las entrelíneas a favorecer a tal o cual candidato. Quien busque informarse y formarse en las propuestas que los futuros legisladores llevarán a sus respectivas bancas.
En definitiva, quien busque algo de periodismo no encontrará por estos días un matutino que los satisfaga.
Todos los matutinos que se editan en Capital Federal se han posicionado políticamente.
Se comportan como partidos políticos y no como un “contrapoder”.
Y ninguno de ellos se los dijo –editorial de por medio- a sus lectores, como hacen sus admirados diarios estadounidenses con los “endorsements”.
Así, Clarín, La Nación, El Cronista y Perfil editan en clave de neutra a negativa para el oficialismo.
Y hay que sumar a Crítica, pese a todas las especulaciones que se hicieron en corrilos periodísticos.
Página/12 sostiene desde hace seis años una militante defensa del Gobierno. Y, desde hace unos meses, lo acompaña desde otra mirada Ambito Financiero, al igual que neoficialista Crónica.
La Prensa hace lo que puede: se preocupa más por Daniel Scioli que ningún otro. Mientras tanto, Diario Popular –que se debate en una virtual separación de bienes- presta más atención a Gran Cuñado y a los policiales que a la campaña. Es tan inequitativo el criterio editorial.

A este análisis para completarlo, hay que agregarle la poderosa estructura de radios y televisión que tiene una simetría con los medios gráficos.

Es tan pobre y desleal con sus lectores la cobertura periodística que bien vale hacer un alto en la tarea cotidiana para alertar sobre este derrumbe.

Y es tan débil la estructura del sistema político argentino que permite que ocupen estos espacios.
Especialmente la "oposición".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay una relación ida y vuelta entre diarios y lectores. En cierta forma es como un juego de taller de teatro: el de los espejos, donde la consigna es que uno de los dos lo que haga lo que hace el otro. Hay veces el reflejo trata de seguir a su original y hay veces el original se adapta porque su reflejo no lo sigue.
Las más de las veces es el editor el original y el público el reflejo, pero hay veces el editor tiene que frenar un poco porque pierde el reflejo.
Lamentablemente cuando sacrificamos a los partidos nuestro pueblo se quedó sin quién reflejarse y juega con estos monigotes a todo color.

Mario Paulela dijo...

El anónimo apunta algo cierto: cada vez más los diarios apuntan su discurso al lector ideal que han construido. Lo que Nacion les da es exactamente lo que ellos esperan recibir.