Aunque el susto no lo superaron todavía, está claro que esperaban lo peor.“Antes de que empezara a hablar Cristina, pensábamos que salían dos patrulleros: uno para la calle Tacuarí y otro a la calle Bouchard”, exageró ante DsD uno de ellos:
Además de los textos institucionales y de las columnas de opinión de editores y periodistas, los diarios Clarín y La Nación publicaron en los últimos días información relacionada con Papel Prensa que apuntó a desacreditar el informe que hizo público el martes la Presidenta.
Quizás, ante esa percepción, los diarios pusieron “toda la carne al asador”. Y publicaron información que intentó golpear en el corazón de la polémica en torno de la papelera: si fue “apropiada” por los diarios mientras la familia Graiver se encontraba bajo tortura por la dictadura militar de entonces.
El primer golpe mediático a la estrategia oficial lo publicó el lunes La Nación: la carta de Gustavo Caraballo –ex compañero de cautiverio de los Graiver- titulada “Vincular la venta a la tortura es falso”, luego ampliada el martes con un reportaje con Caraballo y una columna al respecto de Carlos Pagni.
Pero lo más fuerte estaba por venir. Y fue la tapa de ayer de Clarín: “Desmienten al Gobierno el hermano y la hija de Graiver”, dos testimonios brindados ante escribano y editados ayer en el diario en diversas notas sin firmas. La Nación también tuvo el testimonio del hermano de Graiver (aunque lo relegó a su título secundario), pero no el de la hija.
Pero el final de la historia aún no ha llegado. No está escrita la última página y ya nada en Papel Prensa va a volver a ser lo que era.
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