cuando durán barba dejó los sueños de peronista

Leemos a Nicolás Eisler en Tiempo, hoy:

- Usted dijo que la política de militancia se había terminado, ¿cómo explica el fenómeno que se produjo tras la muerte Kirchner?
–Es pasajero, la militancia antigua se terminó y eso no es malo ni bueno, ni de izquierda ni de derecha. La relación que teníamos los jóvenes de hace años con los líderes cambió, desde que existe ciencia no nacieron nuevos dioses. Cuando no teníamos información, los líderes políticos nos parecían dioses. Yo viví en la Argentina en los ’70 y militaba en la Juventud Peronista. Cantábamos “Perón, Perón qué grande sos, mi General, cuánto valés” y pensábamos que Perón era un ser sobrehumano. Actualmente, si cantás lo mismo con cualquier presidente latinoamericano quedás como un idiota. Ya sabemos que los políticos son seres humanos.

Tampoco los asesores de imágen son dioses, Durán, ni de izquierdas ni de derechas.
Es una cuestión de contratos, nada más, Durán.
Cambiaste los sueños de los 70 por algunos de esos contratos.
Son elecciones terrenales y de vida, Durán. 
Otros prefirieron pensar en los otros.