Gabriel Plaza analiza para La Nación que “el único que no rompió el protocolo fue Charly, que se mantuvo en su atrio de sintetizadores, melotrones, iPads y teclados, muy concentrado, bailoteando un par de veces, haciendo alguna pequeña referencia a un tema y encadenando un temas tras otro, sin pausa, hasta el primer intervalo”. De lo contrario, relata que el público sí rompió el protocolo entre “ovaciones, gritos y aplausos”. Y al analizar el espectáculo comandado por el “bigote bicolor”, su banda The Prostitution y la Orquesta Kashmir acentúa: “La puesta inteligente y despojada (con una gran pantalla de fondo que ocupaba todo el escenario) generaba un clima sugerente, sobre todo en los instrumentales”. Y termina diciendo que en la segunda parte, apareció el Charly “más eléctrico”.
Y Maby Sosa describe en Tiempo cada uno de los temas que interpretó teniendo en cuenta las variantes musicales que se escucharon.
Y dicen que en la próxima función está invitada Cristina...
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