Fue construido por la empresa nacional Satellogic, y financiado en parte por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva junto al INVAP, en vistas a construir una plataforma de satélites más pequeños, de menos duración y más baratos. “Manolito” demandó unos 200.000 dólares: 70.000 en componentes y 130.000 en lanzamiento.
Tanto Manolito como Capitán Beto son de plataforma abierta, disponibles para universidades, grupos de investigación, o aficionados, que también podrá servirle para hacer sus propios desarrollos.
Argentina participia para democratizar el acceso a la tecnología espacial, que ha sido dominada por agencias espaciales de grandes Estados y corporaciones. Una plataforma abierta a proyectos educativos, prueba de componentes, dispositivos, aplicaciones, envío de imágenes, videos, eventualmente comunicaciones, y en 2015 empezar a brindar servicios, sobre todo generación de datos, para industrias como la petrolera, gas, o el agro.
1 comentario:
Parece que "la cornetita" no se enteró....¡Siempre desinformando!
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