En 1985, un equipo de auditores del Banco Central demostró que una parte de los fondos nunca había llegado al país, pero la deuda igual fue reconocida por el gobierno de Raúl Alfonsín. Fue por recomendación del economista Carlos Melconian, consultor de la City y por entonces jefe departamental del Central.
En 1996, cuando Domingo Cavallo reunió los datos en un informe único, los préstamos que el Ministerio de Economía reconocía a las naciones ricas del Club de París eran por un total de 8.038 millones de dólares.
En las últimas semanas del año, el Gobierno reformuló en secreto su oferta al Club de París para regularizar la deuda que permanece en default por cerca de 9.000 millones de dólares y así allanar el camino para una reconciliación que termine de reabrirlos mercados internacionales de deuda el año entrante.
La oferta argentina que sedujo a los estados acreedores (Alemania, Japón, España, Italia, Francia, Holanda y Estados Unidos, entre otros) es una vuelta de tuerca de la anterior, que habían considerado inaceptable. Al igual que aquella, condiciona los pagos de la deuda a los socios del Club de París a que las compañías con casa matriz en esos países traigan dólares para invertir en Argentina. Pero a diferencia de lo que se ofreció en 2010 y se discutió hasta mediados de este año, esta vez el Gobierno propuso constituir un fideicomiso en el Reino Unido con todas las divisas que giren esas empresas y empezar a pagar gradualmente con esos fondos las acreencias reclamadas por el Club, en la proporción que corresponda al monto que exige cada país acreedor.
La propuesta fue girada a mediados de noviembre a París y el non-paper resume la recepción entusiasta que tuvo entre los funcionarios de los ministerios de Finanzas que integran el Secretariado del Club. “Hay razones para pensar que esta vez las autoridades argentinas están tomando seriamente sus obligaciones, a diferencia de lo ocurrido en 2010”, sostiene el cable.
La oferta argentina que sedujo a los estados acreedores (Alemania, Japón, España, Italia, Francia, Holanda y Estados Unidos, entre otros) es una vuelta de tuerca de la anterior, que habían considerado inaceptable. Al igual que aquella, condiciona los pagos de la deuda a los socios del Club de París a que las compañías con casa matriz en esos países traigan dólares para invertir en Argentina. Pero a diferencia de lo que se ofreció en 2010 y se discutió hasta mediados de este año, esta vez el Gobierno propuso constituir un fideicomiso en el Reino Unido con todas las divisas que giren esas empresas y empezar a pagar gradualmente con esos fondos las acreencias reclamadas por el Club, en la proporción que corresponda al monto que exige cada país acreedor.
La propuesta fue girada a mediados de noviembre a París y el non-paper resume la recepción entusiasta que tuvo entre los funcionarios de los ministerios de Finanzas que integran el Secretariado del Club. “Hay razones para pensar que esta vez las autoridades argentinas están tomando seriamente sus obligaciones, a diferencia de lo ocurrido en 2010”, sostiene el cable.
1 comentario:
¿Alfonsin se hacía asesorar por el tranfuga de Melconian...¡Caramba!
Ese Melconian ¿A que quería ser candidato?.
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