Con poco disimulo y nada de sutileza, Julio Blanck quiere instalar una supuesta soledad de la presidenta con un título como "Por suerte a Cristina le queda el Papa". Pero no puede evitar hablar de esto:
"Como se sabe, los contactos telefónicos entre el Papa argentino y la Presidenta se hicieron más frecuentes desde la operación de Cristina en octubre.
Primero fueron llamados de Francisco para interesarse por la salud de ella, por la marcha de su recuperación. Después fueron las recomendaciones claras del Papa a sus muy numerosos visitantes del mundo político, del empresariado y los sindicatos, en el sentido de “cuidar a Cristina” y ayudar, cada uno de su responsabilidad.
Fuentes del oficialismo confiaron que en los últimos tiempos las conversaciones de Francisco y Cristina se hicieron más habituales. Y que incluso desde la Presidencia hubo llamados al Vaticano que no siempre pudo atender el Papa en el momento, ocupado como está en la conducción de 1.200 millones de católicos en el mundo. Pero tarde o temprano esos llamados desde Buenos Aires terminaron siendo respondidos".
Pero, Blanck, "por suerte" no solo Francisco lo recomienda. Conozco muchísima gente que piensa lo mismo.
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