miércoles, 12 de febrero de 2014

más negros peronistas



Un grupo de manteros, la mayoría de orígen senagalés, desalojados en el barrio porteño de Once realizaban un corte de tránsito este mediodía en el cruce de la avenida Pueyrredón y Sarmiento. Los manifestantes sostienen haber sido maltratados por efectivos de la Policía Metropolitana.
Desde entonces, los manteros decidieron impedir el tránsito en la zona. La protesta incluye también la quema de neumáticos.
Los vendedores ambulantes aseguraron que que se llevaron detenidas a cuatro personas, entre ellas dos menores de edad, una mujer embarazada y una joven discapacitada.
Cosa de negros que sostienen que el trabajo es un derecho.

9 comentarios:

Alcides Acevedo dijo...

Mamita, que tengamos que agunatar al aluvión zoológico vaya y pase... pero estos morochos debería ser deportados sin más trámite, es indignante que semejante lacra se atravé a cortar calles en Argentina, no me imagino a ningún extranjero en Africa violando la leyes locales sin exponerse a una rotura anal.

Tolo Peco dijo...

Está claro que el macrismo no sabe como resolver la cuestión. Podría intentan con integración y generación de trabajo.

Ricardo dijo...

Si, Tolo. Porque si lo dejamos a gente como Alcides corren riesgos serio su integridad, la de ellos.

Anónimo dijo...

Tolo, porque generacion de trabajo? Mejor denles un subsidio y que se queden en la casa rascandose la panza. Funciona con millones de argentinos, porque no hacerlo con nuestros hermanos senegaleses?

profemarcos dijo...

El vocero de los manteros, un tipo de cabello blanco y abundante, está armando quilombo desde la época de Alfonsín cada vez que quieren desalojar a los vendedores ilegales que, y el lo confirma, no tienen ninguna boleta o factura o remito que indique de donde viene la mercadería que venden...

Anónimo dijo...

Y si les damos medias de Clarin Miente y una cosechadora fantasma?

Claudio dijo...

Cerca de fin de año me toco bajar en Once del subte y pasar por la puerta de la estacion de tren. Eran tantas la mesas llenas de mercaderias y tan grandes que los que saliamos y los que entraban a la estacion era solo en fila india, el resto lo ocupaban las mesas enormes. Lamento escuchar un comentario tan sesgado, tan distorsionador de la realidad como decir que no les permiten trabajar. Que burda falacia, no se les cae la cara de verguenza? Y los millones y millones que todos los dias podian apenas salir de la estacion porque todas las veredas y accesos estaban ocupados por estos tipos que no dan ninguna boleta, no se sabe para quien trabajan y ultimamentae usan las salidas que son de todos, no tienen derechos? Es un asco escuchar esto, no importa que Macri sea el que los saque, es un deber permitir que la mayoria de la gente tenga un minimo nivel de vida y poder ir a tomar un tren o un subte sin demoras innecesarias. Millones trabajan, miles y miles tienen negocios y no les queda mas remedio que alquilar, pagar, tener en blanco, dar tickets, etc. Es otra mentira que la protesta era de los senegaleses, habia solo dos que tocaban el tambor. Lamentablemente para todos los que arman esta mentira, se vio por todos los canales. Es una desgracia que Macri sea el intendente electo, pero los manteros o como se llamen no tienen intereses superiores a la libre circulacion de millones de trabajadores.

Gina dijo...

Ninguno tienen un padre o abuelo inmigrante, no?. Resapen relatos de lo que se decía de ellos en esos tiempos. Tal vez tengan otra mirada luego de eso.

Anónimo dijo...

Todos, o casi todos, tenemos abuelos o bisabuelos inmigrantes.
Ahora bien. Esos abuelos y bisabuelos no eran mafiosos, no vendían comida en mal estado (como los que se adueñan de la vereda de Pueyrredón y Sarmiento y obligan a los transeúntes a caminar por la avenida *), no se adueñaban de las calles.
Esos abuelos o bisabuelos ameritaban un poema como del Riggio sobre los albañiles italianos.
Lo único que ameritan estos mafiosos es ganas de meterles un buen codazo en la espalda cuando uno quiere pasar para entrar a la estación y ellos actúan como si fueran los dueños de la calle.

Con el versito ese del derecho al trabajo se esconde, se calla, se silencia que el trabajo debe darse en ciertas condiciones de seguridad, de salubridad, de control impositivo, etc.


Comparto plenamente el comentario de Claudio.


(*) El día que un colectivo atropelle a un peatòn que caminaba por la calzada no le echen la culpa al colectivero.