martes, 18 de marzo de 2014

ni parís le da paz a clarín

Olvidando señalar que será el estado francés quien se hará cargo de la estadía en París de Cristina y de una pequeña comitiva de dos funcionarios, la corresponsal de Clarín, María Laura Avignolo critica que "su cuenta de "room service" en el hotel Le Grand Intercontinental de la rue Scribe de París podría parecer exorbitante ante los ojos argentinos" y que "Ni siquiera ha visitado el tradicional Cafe de la Paix, en la planta baja del reciclado edificio, inaugurado por la emperatriz Eugenia en 1862 y supervisado en su reconstrucción por el Barón Haussman". Especula que "Si Cristina Kirchner se decidiera por el Shopping, no tiene necesidad de salir del hotel".
La Nación, en cambio, destaca que "Cristina Kirchner participó este mediodía del homenaje a Napoleón Bonaparte que fue realizado en el Palacio Nacional de los Inválidos, en París. Con un sombrero negro y un chal dorado, la Presidenta fue recibida con honores militares y hasta tocaron el Himno Nacional argentino durante la ceremonia" y que "tiene estipulada mañana una reunión con el primer ministro francés, François Hollande . El jueves, la mandataria hablará en la inauguración del Salón del Libro, que este año tiene a la Argentina como país invitado de honor".
Telam amplifica que "Kirchner fue saludada por efectivos de la Guardia Republicana -encargada de las misiones de honor y de la seguridad de las autoridades de Estado- y recibida por la ministra francesa de la francofonía, Yamina Benguigui, la funcionaria de guardia esta semana para recibir visitas internacionales".
Infobae agrega que "La acompañaron el canciller Héctor Timerman, la embajadora María del Carmen Squeff y el secretario presidencial Alfredo Scoccimarro".
Ámbito suma que "La visita de Cristina a Francia suscitó además expectativas por la apertura formal de las negociaciones con el Club de París, el grupo de países con el que Argentina mantiene una deuda que ronda los 9.500 millones de dólares".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Clarín, está desorientado porqué su líder y jefe espiritual pidió licencia...
Hay que recordar que la oligarquía la criticaba a Evita por sus vestidos y alhajas, que desde esa época hasta ahora están reservadas para viejas caretas como la Ernestina, la Mirta o la Gimenez.