El exhorto de la Justicia italiana ingresó a la Cancillería argentina los primeros días de octubre solicitando medidas de urgencia y enumerando las pruebas. Recién el 26 de octubre, el Ejecutivo presentó el exhorto en los tribunales. Por sorteo, le tocó resolverlo a la jueza Servini y al fiscal Gerardo Pollicita. Cuando el italiano se presentó en los tribunales de Retiro, seis días después, las medidas no se habían ejecutado.
“El sistema argentino no funciona así”, le contestó Eduardo Taiano a su colega italiano. La reunión se tornó tensa. El fiscal Fabio Di Pasquale insistió en que se ejecutaran las medidas ese mismo día. Pero se fue con las manos vacías.
La gente del
Círculo Rojo tiene ciertos privilegios en los tiempos judiciales. Justicia lenta y poca cobertura mediática.
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