Después de tocar fondo, se supone que no se puede ya empeorar. Pero hay excepciones. Argentina, por ejemplo, pidió auxilio en junio al Fondo Monetario Internacional. Aquella solución definitiva ha durado tres meses. Ahora ha vuelto a pedir auxilio y se encuentra ante una perspectiva desalentadora: el rescate concedido por el FMI implica agravar la recesión y soportar una purga durísima, la enésima, con la mayor deuda de su historia.
La paradoja consiste en que con este sacrificio presuntamente final, el presidente Mauricio Macri espera conseguir la reelección el año próximo.
1 comentario:
bah, con esas cosas del periodismo...
Se lo ve con buenas intenciones, promete lindo, eh...
¿saben si Christine lo deja entrar en alguna colectora?
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