Casualidades gestuales.
Tanto Mauricio Macri este viernes, según cuenta este domingo Joaquín Morales Sola y la recordada visita a un programa de televisión de Mariano Grondona de Fernando De la Rua en septiembre del 2001 en las vísperas de su derrumbe, hicieron el mismo gesto estudiado para mostrar una sensación de fortaleza y de autoridad en momentos claves de sus gestiones: el golpe a la mesa.
Para De La Rua era el comienzo del fin. Para Macri, donde los propios son los principales interesados en que baje su candidatura, es una resistencia frente al asedio de lo inevitable. Los números no dan. Ninguno.
3 comentarios:
Para los que asistimos, con estupor y disgusto, al triunfo del excelentísi,mo domador de reposeras y destructor de lo público, este tipo de episodios patéticos nos trae un aire de alguna justicia y estímulo..... y entre tanta malaria y desastre, una sonrisa, el pato rengo al que quieren paralítico, por inútil, torpe y piantavotos.... que éso y no otra cosa es el plan V (por supuesto, la corrupción no existe o es un detalle pintoresco), parafraseando a Dylan (Bob, no el collie de AF) "los tiempos están cambiando".... ya era hora.
La gata está nerviosa. Marcelito, el peque y Barreriro cantando como jilgueros, la policia asesina descontrolada matando niños, Stornelli hundido pronto arrepentido, R.Martins acorralado y al caer. Se terminaron los dólares y falta una eternidad.
LAS 4 RATAS: Macri, Larreta, Vidal, Bullrich. PRESOS . No negociable.
No se si lo aluciné pero en la apertura de sesiones del Congreso de este año, además de gritar como un descosido también puñeteó el estrado. Y me hizo acordar Fernando.
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