El consumo masivo se hundió 4,4% en septiembre respecto del mismo mes del año anterior, de acuerdo al último relevamiento de Scentia. La contracción estuvo liderada por las grandes cadenas de supermercados, que cayeron al mismo ritmo que el promedio general, marcando un nuevo retroceso en el poder de compra de los argentinos.
El dato refleja una recesión cada vez más visible, pero también un cambio de comportamiento en los consumidores, que migran de los formatos tradicionales hacia canales más económicos o convenientes. En ese escenario, mientras los supermercados de cadena (-4,4%) y las farmacias (-1,8%) sufrieron bajas interanuales, otros espacios lograron salir airosos del golpe.
Los grandes ganadores del mes fueron el comercio electrónico, con un alza del 14,7%, los autoservicios independientes, que crecieron 8,6%, y los mayoristas, que subieron 8,5%. La tendencia confirma que el público busca precios más competitivos y promociones que no suelen encontrarse en las góndolas de las grandes superficies.
Septiembre fue, en definitiva, un mes para el olvido. En comparación con agosto, el consumo total se contrajo 3,7%, afectando a casi todos los formatos. Los supermercados volvieron a liderar la caída con un retroceso del 5,9% mensual, mientras que el único canal que mantuvo resultados positivos fue el e-commerce, con una leve suba del 1,1%.
El desempeño sostenido del e-commerce (+11,9%) y los mayoristas (+9,4%), que se consolidan como las opciones preferidas de compra en un contexto de inflación persistente y salarios que no alcanzan.
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