Miraba sorprendida, con curiosidad y satisfacción los saltos y los cantos de los jóvenes, el colorido y la alegría de ese movimiento que a veces parece inagotable.
Lucia Topolansky, esposa del presidente de ese país, José “Pepe” Mujica, durante su emotiva intervención, se contagió con el fervor de los más de tres mil jóvenes que coparon el predio recreativo de la UOCRA y confesó tener “una sana envidia de los argentinos por el fervor que tienen”. Ahí tomamos también nosotros, nuevamente, la dimensión de esta nueva e histórica mística que tienen los argentinos con su movimiento nacional.