Fue hoy en el almuerzo preparado por la CAME en el INTI con la presidenta en San Martín, con unos pocos ministros, y decenas de dueños de pymes, Cristina comenzó su discurso con una anécdota de su último viaje a China, con la clara intención de marcar el destino de la alocución completa.
Palabras más, palabras menos, contó ante la expectante tribuna:
"Cuando estuvimos en China un gerente general de una importante industria textil me reclamó que se iba a impulsar la industria agroalimentaria en detrimento de la textil y nos pidieron 'por favor que no nos entreguen'.
Luego lo veo en una foto en un diario junto a otros importantes empresarios -que también sus industrias reciben no protección sino administración del comercio para defender la industria nacional, lanzando fuertes críticas al Gobierno por la inseguridad jurídica".
Se refería a la instantánea entre los dirigentes de AEA con el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, en el diario La Nación y al empresario Teodoro Karagozian, de TN & Platex.
La contradicciones de una burguesía nacional que no termina de consolidarse como proyecto.
Siempre están aquí y allá.