En realidad se trata de la desaparición de ese símbolo que tanto nos representaba. La ausencia de ese bigotito que lo portaba como un documento desde los 22 años. Ya no será el mismo. Como tampoco serán los destinos de la Jefatura de la ciudad de Buenos Aires. De a poco comenzará a cambiar de Jefe. Dentro de un tiempo ya no será Macri.
Pérfil: "De empresario emergente a presidente de Boca, luego diputado nacional, en el medio candidato a jefe de gobierno porteño, y finalmente al mando del Ejecutivo de la Ciudad. La trayectoria ascendente de Mauricio Macri en la última década se vio acompañada por la lenta y progresiva desaparición de su bigote".
Ambito: "Sacarse el bigote a los 50 años es clave en Macri, un hombre preocupado como pocos por su aspecto personal y cuyo rostro, como en todo político de su nivel, es ya un emblema. Quienes lo conocen saben de la preocupación que tiene sobre la vestimenta, cómo observa esos detalles en los demás para hacerse un juicio sobre las personas. En tal personalidad, darse el navajazo al bigote es algo serio".