El término
G-cero fue aplicado por primera vez por el politólogo estadounidense
Ian Bremmer en 2011, referiéndose a un período cuando
G7, G8 y G20 están perdiendo su poder, los países desarrollados que controlan la economía global están sumergido
s en problemas internos, la amenaza de la carrera armamentista nuclear crece, el calentamiento global se está acercando a punto irreversible, las instituciones financieras prácticamente están paralizados, el mundo, sumergido en la violencia política y social, se ha convertido en el blanco de continuos ataques cibernéticos.
Además del
G7, G8 y G20, el politólogo planteó en aquel entonces un escenario
G0 en contraste con un
G2 (posible cooperación entre
EE UU y China), un
G3 (intereses comerciales en el marco del mercado libre de
EE.UU., Europa y Japón) e incluso un
G1 (
EE UU), que era el sueño neoliberal tras la caída del muro de
Berlín.
En este mundo sin liderazgos, sin un timón concentrado, el conflicto de
Argentina con los fondos buitre, es un desafío.
Dicen que las crisis son oportunidades. Y yo creo en la oportunidad.
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