El satélite argentino SAC-D/Aquarius está impulsado con viento de cola.
Quedó demostrado que estamos aislados del mundo, lo tuvieron que expulsar al espacio.
Pudimos observar al estado nuevamente ausente. El lanzamiento se hizo a 10 mil kilometros de Buenos Aires.
Fallaron los derechos humanos. No tiene tripulación.
Y el financiamiento, como todo el mundo sabe, fue con la plata de los jubilados.
Esa es la verdad.