Uno de los quiebres culturales más importantes que parece haber dejado la década de gestión kirchnerista en la Casa Rosada es la mirada sobre el rol del Estado.
En los 90, el imperio del neoliberalismo consiguió un amplio consenso social que habilitó la destrucción del Estado, la privatización de las empresas públicas y la desaparición del aparato productivo.
El sondeo de Ibarómetro que comentamos en posts anteriores, refleja un cambio profundo en esa mirada social ya que destaca que el 60,3% de los consultados considera que la intervención del Estado en la economía debe ser muy activa o bastante activa.
En cambio, el 14,7% de quienes contestaron la encuesta considera que la intervención debe ser poco activa y sólo el 9% estima que no debe haber intervención estatal en la economía nacional.