Los datos se desprenden de las consultas que realizaron, al menos, tres encuestadores, Rouvier y Asociados, Ibarómetro y Aresco.
Según Ricardo Rouvier, el escenario provincial muestra muy consolidado el triunfo en primera vuelta de Cristina, que recibe el aporte de sus dos listas en la provincia: la del Frente para la Victoria, que postula a Scioli, y la de Nuevo Encuentro, de Sabbatella.
“Sin proyectar los indecisos, el gobernador tiene un 45% de la intención de voto, casi 30 puntos arriba de De Narváez, que está en torno al 16%. Sabbatella está entre 10 y 11%”, resume el sondeo de Rouvier.
Si la elección fuera hoy, Ibarómetro registra que en la provincia de Buenos Aires la reelección de la presidenta tendría un apoyo del 55 por ciento.
La titular de esa consultora, Doris Capurro, señaló que, para el cargo de gobernador, Scioli cosecha “una intención de voto del 43%, superando por más de 25 puntos a De Narváez (17,4%). En tercer lugar, con un 10%, se ubica Sabbatella”.
Los datos de Ibarómetro, recogidos durante la primera quincena de mayo en territorio bonaerense, tampoco incluyen la proyección de los que aún no decidieron a quién votar.
Asimismo, demuestran que en el amplio caudal conseguido por Cristina confluyen casi exactamente los votos que logran Scioli y Sabbatella en el electorado bonaerense.
Por su parte, la consultora Aresco, de Julio Aurelio, difundió cifras que también dan cuenta del crecimiento del ex intendente de Morón, que estaría casi duplicando su anterior performance en la provincia.
En el estudio, registran una intención de voto para Sabbatella de 10,8%, superado por De Narváez con un 24,9% y Scioli, que logra un 44,7 puntos porcentuales. También, en este caso, aparece con claridad que Cristina colecta adhesiones de sus dos expresiones bonaerenses y promedia, en este territorio, más de un 60% de votos.
Más allá de la buena perspectiva para el espacio que lidera Sabbatella, y del seguro triunfo de Scioli, el dato inédito que arrojan las encuestas es que, por primera vez, desde el retorno de la democracia en 1983, un candidato a presidente (candidata, en este caso) obtendría en el territorio bonaerense más votos que su principal aspirante a gobernador. (ver nota completa acá)