Evaluación del equipo de
Diego Reynoso, profesor
Universidad de San Andrés, CONICET y director del ISPI:
-El mes pasado
por primera vez la aprobación caía e igualaba las proporciones desaprobación que aumentaron, ambos
del 45%, lo que expresa una opinión pública partida
en dos mitades con una “muy angosta avenida del medio”.
-El Indice de satisfacción acerca de “cómo están las cosas en el país” arroja un valor de 41.3, dos puntos por debajo de los meses anteriores, a la vez que el Indice de Satisfacción con el desempeño de poder ejecutivo cae a 37 puntos (la medición más baja de todo el mandato del Presidente Mauricio Macri). La satisfacción con el Congreso y el Poder Judicial son aun más bajas (35 y 33,2 puntos respectivamente).
-Considerando que el índice de satisfacción puede arrojar valores comprendidos entre 0 y 100, los resultados indican que los niveles de satisfacción en general, siguen siendo muy bajos.
-Desde luego las percepciones y las preferencias varían según diferentes segmentos de la población. Así en el segmento ABC1 (los más ricos) el nivel de aprobación y de satisfacción son más altos que en los estratos medios (C2 y C3) y bajos (D/E). Para tener una idea precisa, mientras en los sectores ABC1 el nivel de aprobación trepa al 54%, en los estratos más bajos es apenas del 39%. Este respaldo de clase, de algún modo, parece coincidir con la imagen que sus adversarios tienen del Gobierno.
-En términos territoriales, los peores indicadores provienen del Gran Buenos Aires en donde la aprobación este mes cayó al 37%, superada por una creciente desaprobación del 58%.
-Junto al GBA, la Ciudad de Buenos Aires, cuna y bastión electoral del PRO, es el otro distrito que más crítico se manifiesta al Gobierno: con un 39% de aprobación y un 48% de desaprobación.
-Más dura y unánime es la percepción en relación a la economía: el 74% considera la situación económica actual como mala y tan sólo un 20% como buena, sin mayores diferencias entre las diferentes regiones o sectores sociales.
-En cuanto a las perspectivas futuras domina el pesimismo. La opinión se divide en cuasi tercios: un 39% considera que el país estará mejor en los próximos 12 meses, mientras que un 31% considera que estará peor y un 25% que estará igual.
-Obviamente, entre los que aprueban al Gobierno el 67% considera que en 12 meses la economía estará mejor, mientras que los que lo desaprueban tan solo un 13% tiene optimismo.