Claro y sin vueltas, todo bien con Máximo. Ahora, asegurarle la rentabilidad a las empresas energéticas (barril criollo, por ej.), permitirles facturar "consumos estimados" y otras ventajas, y todo eso a cambio de nada, o como "contraprestación" de que bajen los salarios o precarizar la condición de los trabajadores para no despedir, eso así, no es más que el mismo veneno que venimos padeciendo desde hace años de parte de la oligarquía terrateniente y financiera: que en muchos casos son los mismos.
Dadas las cosas como están hoy; y no, el Estado no nos está cuidando, excepto en la aplicación de la cuarentena. Y para hacerla efectiva están secuestrando vehículos e iniciando causas penales a vivos que quieren realizar desplazamientos no autorizados o a tontos envalentonados por el repiqueteo mediático. En lo anterior y en pretender seguirnos vía teléfono, hay un estado de excepción. El problema no consiste en entregar nuestros datos a una autoridad sanitaria legal, visible y respetuosa del principio de habeas data. El problema está en valerse de herramientas informáticas que desconocemos (no tanto) su alcance. Eso es regar nuestros datos a través de una aplicación manejada por la oligarquía informática global.
El reconocimiento facial no es un juguete alegre, el lombrosianismo cibernético ya existe. Y se está usando en el oriente próximo (visto desde Europa). La detección por parte del software habilita a la detención e interrogatorio de la persona marcada por el software. Y no, no voy a poner el nombre del software, quizá habilitaría una búsqueda de objetivo por reconocimiento de la palabra, da miedo de sólo pensarlo. Pero puedo decirles que los que lo usan dicen que pueden determinar, para búsqueda de homosexuales, con precisión del 81% en el caso de hombres y 74% mujeres, 90% para ladrones, por ej. además de que el software detecta a drogadictos, jugador de poker profesional, alto IQ y más... sí, sin turbante en la cabeza también te convierte en un temible... sin base de datos, con sólo tu cara.
Volviendo al tema precios, la responsabilidad no es sólo del gobierno nacional, también es de los intendentes y gobernadores que tienen herramientas legales para actuar, y que al menos en algunos casos son gerentes de las empresas provinciales de distribución y/o generación de energía, por caso. Los intendentes tienen competencia sobre los mercados de frutas y verduras, por ej. Miran para otro lado mientras los precios de la canasta básica suben a ritmo de vértigo. Los precios máximos que establecieron estaban muy por encima de los precios vigentes al momento en que la publicaron, luego, los comercios que no estaban "apretados" por la caída de las ventas, aumentaron al nivel autorizado, (justamente el sector que vende alimentos).
Como ejemplo coloquial: ya que Sylvestre encontró pertinente mencionar el precio del maple de huevos a Alberto: hace diez días (+o-) compré un maple de huevos en una distribuidora, sólo de huevos (no venden otra cosa que huevos, el mejor precio que puedo conseguir). No los chicos, no los grandes, los medianos a $210. Ayer fui a comprar para reponer, el mismo tamaño $280. Y estamos hablando de la proteína animal más barata desde siempre.
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Claro y sin vueltas, todo bien con Máximo. Ahora, asegurarle la rentabilidad a las empresas energéticas (barril criollo, por ej.), permitirles facturar "consumos estimados" y otras ventajas, y todo eso a cambio de nada, o como "contraprestación" de que bajen los salarios o precarizar la condición de los trabajadores para no despedir, eso así, no es más que el mismo veneno que venimos padeciendo desde hace años de parte de la oligarquía terrateniente y financiera: que en muchos casos son los mismos.
Dadas las cosas como están hoy; y no, el Estado no nos está cuidando, excepto en la aplicación de la cuarentena. Y para hacerla efectiva están secuestrando vehículos e iniciando causas penales a vivos que quieren realizar desplazamientos no autorizados o a tontos envalentonados por el repiqueteo mediático. En lo anterior y en pretender seguirnos vía teléfono, hay un estado de excepción. El problema no consiste en entregar nuestros datos a una autoridad sanitaria legal, visible y respetuosa del principio de habeas data. El problema está en valerse de herramientas informáticas que desconocemos (no tanto) su alcance. Eso es regar nuestros datos a través de una aplicación manejada por la oligarquía informática global.
El reconocimiento facial no es un juguete alegre, el lombrosianismo cibernético ya existe. Y se está usando en el oriente próximo (visto desde Europa). La detección por parte del software habilita a la detención e interrogatorio de la persona marcada por el software. Y no, no voy a poner el nombre del software, quizá habilitaría una búsqueda de objetivo por reconocimiento de la palabra, da miedo de sólo pensarlo. Pero puedo decirles que los que lo usan dicen que pueden determinar, para búsqueda de homosexuales, con precisión del 81% en el caso de hombres y 74% mujeres, 90% para ladrones, por ej. además de que el software detecta a drogadictos, jugador de poker profesional, alto IQ y más... sí, sin turbante en la cabeza también te convierte en un temible... sin base de datos, con sólo tu cara.
Volviendo al tema precios, la responsabilidad no es sólo del gobierno nacional, también es de los intendentes y gobernadores que tienen herramientas legales para actuar, y que al menos en algunos casos son gerentes de las empresas provinciales de distribución y/o generación de energía, por caso. Los intendentes tienen competencia sobre los mercados de frutas y verduras, por ej. Miran para otro lado mientras los precios de la canasta básica suben a ritmo de vértigo. Los precios máximos que establecieron estaban muy por encima de los precios vigentes al momento en que la publicaron, luego, los comercios que no estaban "apretados" por la caída de las ventas, aumentaron al nivel autorizado, (justamente el sector que vende alimentos).
Como ejemplo coloquial: ya que Sylvestre encontró pertinente mencionar el precio del maple de huevos a Alberto: hace diez días (+o-) compré un maple de huevos en una distribuidora, sólo de huevos (no venden otra cosa que huevos, el mejor precio que puedo conseguir). No los chicos, no los grandes, los medianos a $210. Ayer fui a comprar para reponer, el mismo tamaño $280. Y estamos hablando de la proteína animal más barata desde siempre.
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