Como respuesta a las provocaciones de un gobierno que no encontramos parecidos por sus creencias y expresiones emocionales, psicológicas e ideológicas de odio hacia las mujeres y a lo femenino. Este mismo viernes 8 de marzo por la mañana anunció a modo de provocación el vocero presidencial Manuel Adorni, que el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada sería rebautizado como Salón de los próceres, con algunas imagenes de dudoso patriorismo.
Miles de mujeres se movilizaron a la Plaza de los dos Congresos y en todas las provincias a los largo y ancho del país para manifestarse. La libertad por mantener lo logrado y la búsqueda de mayores derechos ganó las calles. No la libertad del mercado.
Del otro lado, en la vereda de enfrente, la misoginia de un gobierno con banderas del pasado.
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