La imágen estremece.
No sólo porque el lugar es un rincón perdido de Dios en el campo sino porque el monumento de piedra con la foto que fue emblema de las marchas en pedido de justicia, el busto de madera que está a su lado y una cruz levantada al pie de la cava donde lo maniataron, lo torturaron, le pegaron dos tiros y lo incendiaron adentro de un Ford Fiesta estaba cubierto por los yuyos y el desamparo.
José Luis Cabezas, el fotógrafo asesinado en 1997 en una cava alejada algunos kilómetros de aquella hermosa ciudad bonaerense.
José Luis Cabezas, el fotógrafo asesinado en 1997 en una cava alejada algunos kilómetros de aquella hermosa ciudad bonaerense.