Además, los dividendos que dejaba esta actividad eran utilizados para pagarle los sueldos a los barras de la entidad de La Ribera.
Según dio a conocer el diario Ámbito Financiero, la maniobra habría sido armada por un estudio contable (Lapasset y Asoc.) y una escribanía (Mirabella) de la zona sur del Conurbano bonaerense, que se ocupaba de reclutar gente necesitada de manera desesperada de dinero. Eran llevados ante los interesados por un líder, que los conseguía de un barrio carenciado.
Esta nueva implementación de contribuyentes falsos, ya lleva una evasión de 36 millones de pesos, aunque la causa podría superar los 150 millones. El escándalo fue detectado cuando cinco indigentes de escasos recursos presentaron sus declaraciones juradas con demasiados ceros en su patrimonio.
La causa la lleva adelante el Juzgado Federal Criminal y Correccional N° 1 de Lomas de Zamora, ya que la usina, así como los indigentes reclutados, son de la zona sur del Gran Buenos Aires; que dirige el juez Alberto Patricio Santamarina.
También se investiga a más de diez importantes empresas implicadas.