Vuelve la pelea al Congreso después del primer round electoral. El oficialismo quiere tratar en comisión el proyecto de ley de protección de la venta de tierras a extranjeros, que no tiene mucha disidencia en ningún bloque. La oposición condiciona ese debate a que se trate la iniciativa para cambiar el régimen electoral y votar el 23 de octubre -una quimera para la que no hay tiempo ni votos- con la llamada boleta única. Seguramente sabe la oposición que esto no saldrá, pero con dar el debate consigue amortiguar el golpe en contra que significó el resultado favorable al oficialismo nacional de las primarias del 14 de agosto.
Nuevamente para la oposición el electoralismo tiene el mismo rango de interés que una ley de defensa de los intereses nacionales.
Nuevamente siguen sin comprender qué pasó el 14-A.