Brito había recibido llamados durante todo el día de empresarios y banqueros interesados en participar en la movida para evitar el default. Debió devolverlas al caer la noche, frustrado por la negativa de la contraparte.
Las negociaciones habían llegado incluso a la letra chica: según las fuentes, se llegó a hablar de u$s 1.600 millones entre capital e intereses a cambio de todos los bonos impagos en poder de NML (de Paul Singer), Blue Angel, Aurelius y los demás fondos buitre que lograron la sentencia a su favor del juez Thomas Griesa.
Buitres al desnudo.
Buitres al desnudo.