-Ayer, en la sala de reuniones adyacente al despacho del ministro de Economía, Axel Kicillof recibió a las diez firmas con más peso en el sector, todas nucleadas en la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Estuvieron los directivos de Dreyfus, Cargill y Nidera, entre otros.
-Por parte del gobierno nacional se encontraban además de Kicillof el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y el flamante titular del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli.
-Se les confirmó a las empresas que no va a ver devaluación.
-Los exportadores estimaron liquidar entre octubre y diciembre, como mínimo, entre U$S 4500 millones y U$S 5000 millones, que es el cálculo por el 50 por ciento de la producción retenida.
-Gobierno y empresas se dieron un plazo para que los agroexportadores actúen voluntariamente como nexo con los productores, para acelerar las ventas y así poder tener volumen de soja exportable.
- Los exportadores dijeron que ellos no tienen grano, un dato del que el gobierno tomó nota con cierta desconfianza y generó hasta algunos cruces y chicanas entre los presentes.
- La retención de granos fue tan grande y prolongada como la caída del precio internacional de la soja en Chicago. Ese valor, en cuestión de meses, pasó de superar los U$S 500 la tonelada a caer cerca de los U$S 300 en la actualidad.
-El sector ya tiene avanzados los borradores que presentará en la reunión que tendrán el martes con los mismos interlocutores oficiales. Habrá cruces telefónicos con los productores, pero el trazo grueso de la oferta de una liquidación que tendrá como base los U$S 4500 millones hasta fin de año, ya está decidida.