Lecciones de la crisis
Bernardo Kliksberg (*)
La crisis que sacude al mundo entero, no es sólo financiera, es también ética. Las falencias éticas jugaron un papel crítico. Ha surgido un reclamo masivo en la sociedad americana, y a nivel internacional por más ética en la economía y en los negocios.
Entre las causas éticas de la crisis que deberían ser tomadas muy en cuenta en América Latina:
Entre las causas éticas de la crisis que deberían ser tomadas muy en cuenta en América Latina:
1. Fallas éticas pronunciadas en las políticas públicas. La desregulación como dogma ideológico llevó a dejar sin protecciones básicas el interés colectivo. Se desmantelaron las restricciones al funcionamiento de los mercados financieros no bancarios. El Presidente de Francia Sarkozy afirma “La idea de un mercado todopoderoso que no puede ser contradicho por ninguna regulación o intervención política es una idea loca, como lo es la idea de que el mercado siempre tiene razón”. Concluye “la autorregulación para solucionar todos los problemas se termino, el dejar hacer, se terminó”.
2. Falencias éticas graves en el mundo empresarial. Entre ellas la especulación sin límites en el mercado de derivativos. Warren Buffet llama a los derivativos “armas de destrucción financiera masiva”. Junto a ello la presión de los cortoplacistas especuladores para hacer bajar el precio de las acciones de los Bancos de Inversión en dificultades, que empujo mas su crisis.
3. Las remuneraciones desmesuradas de los CEOS. Kristof dos veces Premio Pulitzer titula una columna reciente en el New York Times “¿Necesita un trabajo?. 17.000 dólares por hora, no se requiere éxito”. Se refiere a lo que ganaba el CEO de unos de los Bancos quebrados. Es más de 1700 veces el salario mínimo en USA. Kristof dice que se ha hecho merecedor de su premio anual a la “rapacidad corporativa y el mal gobierno corporativo”. Los estudios indican que en su afán de obtener ganancias exorbitantes muchos CEOS llevaron sus empresas sistemáticamente a altos riesgos.
4. Los agujeros fiscales que estimulaban el sobre pago que en la práctica virtualmente se auto fijaban. Kristof calcula que costaban a los contribuyentes 20.000 millones de dólares por año, lo que se necesitaría para bajar en 2/3 la mortalidad materna en todo el planeta.
La crisis que estos y otras fallas éticas “sísmicas”, produjeron puso en serio riesgo s las metas del milenio que iban a dar alivio a los 1400 millones de pobres extremos que tiene el planeta. El secretario general de la ONU Ban Ki-Moon dice que debemos extraer una lección: “necesitamos una nueva comprensión sobre la ética en las empresas, y la gobernabilidad, con mas compasión, y menos fe acrítica en la “magia” de los mercados”. Para el Nobel de Economía Stiglitz “el fundamentalismo de mercado ha muerto”.
En América Latina la protección mayor ante la crisis no se hallara solo en las reservas financieras, sino en una ciudadanía cada vez más movilizada exigiendo más ética, tanto a los políticos como a los líderes empresariales y financieros.
(*) Asesor Principal de la Dirección para América Latina del PNUD. Su más reciente obra escrita con el Nobel de Economía Amartya Sen “Primero la gente” (Planeta, 2008).
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