Fue justamente Cámpora el dirigente de mayor cercanía con el poder que tuvo grandes simpatías y apoyo mutuo con ese sector del peronismo. Por eso se contará entre los invitados con muchos de aquellos dirigentes y militantes, algunos de los cuales hoy son parte del gobierno.
Trayectoria
Héctor José Cámpora fue presidente del centro de estudiantes de odontología de la facultad dependiente de la Universidad Nacional de Córdoba en 1930. Culminó la carrera de odontología y decidió trasladarse a la provincia de Buenos Aires. Fue un leal defensor de la causa nacional impulsada por el gheneral Perón a partir de 1945.
Acompañó a Eva Perón durante su viaje a Europa en 1947. Electo diputado nacional, ejerció la presidencia de la cámara en 1949. Después de septiembre de 1955 estuvo preso en el penal de Ushuaia -Tierra del Fuego-, junto al empresario Jorge Antonio, al dirigente de la resistencia John William Cooke y al dirigente nacionalista Guillermo Patricio Kelly, quien en varias entrevistas ha recordado que cuando se fugaron de ese penal y cruzaron la frontera con Chile.
Durante el prolongado período de proscripción iniciado en 1955 Cámpora desempeñó distintas funciones. En 1972 fue delegado personal del líder del justicialismo en reemplazo de Jorge Daniel Paladino, quien había sido acusado de ser el interlocutor de los militares.
Héctor Cámpora triunfó en las elecciones del 11 de marzo de 1973 como candidato del FREJULI -Frente Justicialista de Liberación-, candidaturas que anunció Perón desde el Paraguay después de su breve regreso a la Argentina. Después de 49 días de gobierno, el presidente Campora decidió renunciar junto a su compañero de fórmula Vicente Solano Lima. Esa manifestación concretada el 13 de julio provocó la inmediata sustitución legal de las autoridades e hizo posible la convocatoria a nuevos comicios que consagraron el triunfo del general Perón y a su esposa María Estela Martínez de Perón.
Producido el golpe militar del 24 de marzo de 1976, Cámpora con su hijo y el dirigente justicialista Juan Manuel Abal Medina se refugiaron en la embajada de México en, donde permanecieron durante cuatro años.
El gobierno militar se negaba a entregar el salvoconducto y cuando se comprobó que padecía cáncer- fue operado en el Hospital Italiano por el neurocirujano justicialista Raúl Matera- se lo autorizó para viajar a México, donde murió el 19 de diciembre de 1980.
El 9 de diciembre de 1991 fueron repatriados sus restos.
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