Cuando el vendaval de 2008 amenazó con barrer de un soplido a la mismísima City londinense, el entonces premier británico Tony Blair no vaciló en nacionalizar la banca para rescatarla. Así el Reino Unido es hoy dueño de un 41% del Lloyds Bank, de un 84% del Royal Bank of Scotland y de todo el Northern Rock. En todos ellos colocó directores propios.
Y David Cameron, quien sucedió a Blair el año pasado, incluso apeló a esos directores para limitar los multimillonarios “bonus” que pretendían cobrar los máximos ejecutivos de los bancos pese al desastre que habían desencadenado.
Cameron es conservador. Igual que George W. Bush, que hizo lo mismo en Estados Unidos con el Citigroup, del cual el Tío Sam llegó a manejar un 27 por ciento. Porcentaje casi idéntico al que el Estado argentino tiene en Siderar, del grupo Techint.
Nicolás Sarkozy, otro mandatario a quien no se podría acusar de chavista ni de marxista, advirtió el año pasado que haría valer las acciones del estado francés en las cerca de 70 grandes empresas donde se encuentra presente. Y no son sólo bancos rescatados del desastre. Una de esas firmas es Renault, donde el Elíseo controla históricamente un 15% de las acciones e influye sobre su rumbo. (info Alejandro Bercovich para BAE)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario