Si los candidatos presidenciales de la oposición se embriagan con el festejo de los estrepitosos fracasos kirchneristas en la Capital, Santa Fe y Córdoba, es muy probable que dentro de apenas 20 días se despierten con la resaca implacable de una derrota propia.
Un cálculo conservador les permite aún imaginar un resultado en agosto que reviva con argumentos válidos el eslogan "Cristina ya ganó", instalado por la propaganda oficialista, y transforme en un paseo la carrera hacia las presidenciales de octubre. A la Presidenta le bastaría con sacar un 40 por ciento en la provincia de Buenos Aires para encaminar un triunfo amplio a nivel nacional. Es una cifra seis puntos por debajo de la que obtuvo hace cuatro años y siete por encima de la que sacó Néstor Kirchner en 2009, en el peor momento del Gobierno.
Con una base sólida en Buenos Aires, incluso una repetición de los flacos números de la Capital y Santa Fe aportaría algo a la suma global. Imaginemos que sólo sacara en la ciudad el casi 28% que tuvo Daniel Filmus; en Santa Fe, los 22 puntos de Agustín Rossi, y un porcentaje pésimo en Córdoba (digamos, el 15%). Sumados a aquellos hipotéticos 40 puntos de Buenos Aires, tendría garantizado en ese bloque del centro del país más de 20 puntos nacionales.
El resto del trabajo lo harían las provincias del Norte. El gobernador K de Misiones, Maurice Closs, sacó en su distrito un número de sufragios tan grande como el de Rossi (en un padrón tres veces más chico). Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero y, sobre todo, Tucumán prenuncian resultados igual de contundentes para el oficialismo (y desastrosos para los opositores, que no han conseguido presentar allí candidatos locales competitivos). En el NEA y el NOA una elección de acuerdo con los antecedentes recientes le aportará a la Presidenta hasta 17 puntos nacionales. En Cuyo (le va mal en Mendoza y San Luis, y muy bien en San Juan) recolectaría 2 o 3 puntos para el total país. Y en la Patagonia, con escaso caudal de electores, sería razonable (según lo que ya se vio en Chubut, Tierra del Fuego y Neuquén) que captara la mitad de los votos en juego. Obtendría, entonces, lo que falta para acercarse al 45 por ciento nacional que consiguió en 2007 (cifra que en la elección general asegura el triunfo sin ballottage).
¿Queda tiempo para que alguno de los opositores consiga cifras expectantes en agosto o están todos condenados a integrar un pelotón rezagado y cansado de tanto celebrar en fiestas ajenas?
Un cálculo conservador les permite aún imaginar un resultado en agosto que reviva con argumentos válidos el eslogan "Cristina ya ganó", instalado por la propaganda oficialista, y transforme en un paseo la carrera hacia las presidenciales de octubre. A la Presidenta le bastaría con sacar un 40 por ciento en la provincia de Buenos Aires para encaminar un triunfo amplio a nivel nacional. Es una cifra seis puntos por debajo de la que obtuvo hace cuatro años y siete por encima de la que sacó Néstor Kirchner en 2009, en el peor momento del Gobierno.
Con una base sólida en Buenos Aires, incluso una repetición de los flacos números de la Capital y Santa Fe aportaría algo a la suma global. Imaginemos que sólo sacara en la ciudad el casi 28% que tuvo Daniel Filmus; en Santa Fe, los 22 puntos de Agustín Rossi, y un porcentaje pésimo en Córdoba (digamos, el 15%). Sumados a aquellos hipotéticos 40 puntos de Buenos Aires, tendría garantizado en ese bloque del centro del país más de 20 puntos nacionales.
El resto del trabajo lo harían las provincias del Norte. El gobernador K de Misiones, Maurice Closs, sacó en su distrito un número de sufragios tan grande como el de Rossi (en un padrón tres veces más chico). Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero y, sobre todo, Tucumán prenuncian resultados igual de contundentes para el oficialismo (y desastrosos para los opositores, que no han conseguido presentar allí candidatos locales competitivos). En el NEA y el NOA una elección de acuerdo con los antecedentes recientes le aportará a la Presidenta hasta 17 puntos nacionales. En Cuyo (le va mal en Mendoza y San Luis, y muy bien en San Juan) recolectaría 2 o 3 puntos para el total país. Y en la Patagonia, con escaso caudal de electores, sería razonable (según lo que ya se vio en Chubut, Tierra del Fuego y Neuquén) que captara la mitad de los votos en juego. Obtendría, entonces, lo que falta para acercarse al 45 por ciento nacional que consiguió en 2007 (cifra que en la elección general asegura el triunfo sin ballottage).
¿Queda tiempo para que alguno de los opositores consiga cifras expectantes en agosto o están todos condenados a integrar un pelotón rezagado y cansado de tanto celebrar en fiestas ajenas?
5 comentarios:
Ruben: cuanto tiempo deberá pasar aun, para que comiences a portarte como ciudadano, dejando de ser partidista ? No te das cuenta que desde tu niñez, se pasaron muchisimos años y no podes festejar que tu lado, es el que ganó ? Porque en esa inutil lucha partidista, nunca NAIDE gana !
Asi, ademas de pasar el tiempo inutilmente, el Pais dejó de ganar un mayor nivel ! el de los Valores ! Que es el unico, que realmente coloca el Pais, al lado de los del Primer Mundo !
No te diste cuenta, que entre los Paises del Primer Mundo, los hay que no tienen un caudal de Valores muy significativo y los hay, los que si lo tienen ! Esta diferencia, es la que permite que cuando surjan dificultades mayores, los Valores spermiten superarlas mas rapido !
Ruben, Ruben: en tu centro, no se estudia eso ? Solo puede ser, porque tu partidismo te rinde dinero ! Dilo tu !
QUIÉN ES ESTE SR Y QUÉ DICE??ES EL HERMANO DE LA GORDA??
¿Pone el despertador para levantarse a decir güevadas?
Hummmm "NAIDE" , habla de tu...
Para mi es Duran Barba
No hay caso. No hay vacunas para idiotas.
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