sábado, 8 de septiembre de 2012

pobres y homosexuales

El comandante del ejército chileno Juan Manuel Fuente-Alba debió pedir disculpas y anunciar sanciones por el instructivo de carácter reservado que plantea la exclusión de pobres y homosexuales y que lleva la firma del general de brigada Cristian Chateau. Como política de incorporación a la institución, el documento recomienda “excluir a aquellos que presenten problemas de salud física, mental, socioeconómica, delictual, consumidores de droga, homosexuales, objetores de conciencia y testigos de Jehová”. (Del Pirulo de tapa de Página).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No termino de entender a los argentinos. Cerramos las importaciones, prohibimos comprar dólares, no los dejamos viajar afuera, los ahogamos con la inflación y la inseguridad, los hacemos viajar como animales en trenes que descarrilan y chocan, y nada. No pasa nada. Pero la otra noche no pudieron ver televisión porque hablé por cadena y se pusieron como locos: salieron a las calles a golpear las cacerolas. Se enojan más por no poder ver una telenovela que por los desastres que hace mi vicepresidente.
Firmado: elgenial Roberts !
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Anónimo dijo...

Yo tampoco entiendo a algunas personas que viven en mi país. Siempre añoro esa vieja década del 90 en la que podía hartarme de sushi de salmón importado y los hipermercados y shopping-malls reemplazaban a numerosas fábricas y talleres que había que cerrar por falta de competitividad. Todos los servicios y transportes en manos privadas, los futuros jubilados contentos con las AFJPs, los jubilados con sus 150 dólares mensuales menos el 13%, cualquier cantidad de productos importados ya que aquí no sabíamos hacer nada, viste?
En cambio, ahora, ya no se puede aguantar a esta dictadura que no hizo más que crear empleos y darle alas a piqueteros y sindicalistas. Si hasta YPF y Aerolíneas volvieron. ¡Sunescándalo!
Si no veo tv en el prime-time por culpa de la shegua me vuelvo loco y lo único que me queda es salir a hinchar las pelotas con mi cacerolita importada.
No veo la hora en que volvamos a ser derechos y humanos para que el silencio sea salud otra vez, igualito que en los cementerios.

Faltan 89 días para el 7 de diciembre.

Saludos
Tilo, 71 años